Con un costo total de US$700 millones -340 fueron financiados por la Corporación Andina de Fomento (CAF)-, conectará las autopistas Illia y Buenos Aires-La Plata a lo largo de siete kilómetros. Una vez concluida, autos y camiones ya no irán por las mismas arterias: el tránsito pesado correrá por el nuevo tramo de autopista, que combinará viaductos y trincheras semicubiertas, mientras el tránsito liviano lo hará al nivel de la calle.
Ya están construidas el 50% de las trincheras semicubiertas Norte y Sur, de 2,5 km y 1500 metros, respectivamente; también, un 35% del tramo A, que corresponde a los viaductos que conectan con las autopistas, según consignó ayer Carlos Frugoni, presidente de Autopistas Urbanas Sociedad Anónima (AUSA). En una recorrida con empresarios y conductores de camiones, confirmó que el Paseo del Bajo estará terminada para el primer cuatrimestre de 2019. Y agregó que el tramo A se demoró por el cambio del contratista que había ganado originalmente, en noviembre pasado. Se rescindió el contrato de la constructora Corsán Corviam, cuya socia Isolux Corsán se encontraba en proceso de quiebra en España e investigada por coimas en México y fue reemplazada por las empresas JCR SA y Coarco SA. Por su parte Cetec Sudamericana SA participo de este mega proyecto con sus motocompresores, martillos, grupos electrógenos y torres de iluminación.